Llega el verano y vuelven los mitos sobre la protección solar. Todos buscamos broncearnos de una forma rápida y duradera, pero ¿lo hacemos correctamente?
En este post hemos recogido las preguntas más frecuentes que nos hacéis sobre la fotoprotección y sobre nuestro producto estrella, el acelerador del bronceado de Uresim.
- ¿Qué diferencia hay entre un protector solar y un acelerador del bronceado?
Un protector solar es un producto específico para “bloquear “la radiación solar que llega a la superficie de la piel y que en exceso puede ser perjudicial para la salud. El acelerador del bronceado también es un protector solar porque contiene filtros protectores, pero su objetivo es potenciar el tono bronceado. Esto se consigue con activos que favorecen la síntesis de melanina y a través de sustancias que realzan el color dorado del bronceado.
- ¿Con más cantidad de crema estoy más protegido frente a la radiación?
No. La clave está en la frecuencia más que en la cantidad. El SPF hace referencia al tiempo que tardaría la piel en quemarse al sol. Por ejemplo, una piel que tarda 10 minutos en quemarse sin protección, con un SPF 10 tardaría 100 minutos y si utiliza SPF 20 tardaría 200 minutos en quemarse.
- ¿Puedo usar acelerador si soy muy blanquit@ y no quemarme?
Si, los aceleradores de Uresim tienen protección SPF 30 y 50+ y puedes utilizarlos desde el primer día al sol. Este producto potenciará el color del bronceado que obtenemos, que será mayor o menor en función del fototipo. Como cualquier protector solar tienes que reaplicarlo frecuentemente.
- Si el día está nublado, ¿necesito utilizar el protector solar?
Si. Las nubes sólo filtran un máximo de 20% de la radiación solar, el 80% restante alcanza la superficie terrestre y puede provocar daños en la piel. Además es fácil quemarse porque la sensación de calor es menor y nos olvidamos de protegernos.
- Si soy muy blanquit@ y utilizo un acelerador del bronceado ¿me pondré muy moreno?
No exactamente. Con el acelerador conseguiremos antes el tono de bronceado y probablemente nos dure más, pero no hará que cambiemos de fototipo. Es decir, llegará un momento que ya no nos bronceemos más aunque sigamos tomando el sol.
- ¿Puedo utilizar el protector solar del año pasado?
Si no se ha abierto el producto, está dentro de su periodo de caducidad y ha sido almacenado correctamente, no hay ningún problema en utilizarlo. Si es un resto que nos quedó, hay que buscar en el envase el símbolo PAO, es un tarro abierto con un número en su interior, este número nos dice los meses en que el producto puede consumirse una vez abierto. Pasado este tiempo no es recomendable su uso porque podría ser menos efectivo para protegernos de la radiación solar.
- Si no me aplico protector ¿me bronceo antes?
No. Sin protector solar más que un bronceado conseguiremos una quemadura. Para favorecer el bronceado existen en el mercado productos especialmente formulados para ello sin renunciar a tener la piel protegida y cuidada, como el acelerador del bronceado de Uresim.
- ¿Hay que aplicar el protector media hora antes de la exposición?
No. Para que se absorban los filtros (sobre todo los químicos), se ha demostrado que con 5 minutos es suficiente. Aún así, nosotros recomendamos salir de casa siempre con el protector aplicado, para evitar que con el calor del sol comencemos a sudar y la aplicación del protector no sea tan efectiva.
- ¿El protector pierde efectividad en el agua?
Si. Aunque el producto sea resistente al agua, los test de resistencia están diseñados para baños cortos y en agua dulce. No contemplan la fricción con la sal y la arena del mar, además de que al secar la piel con toalla eliminamos casi todo el producto que queda en la piel. Por ello, aunque el producto sea resistente al agua conviene reaplicar después de cada baño.
- ¿Sólo debo usar protector solar en verano?
No. Es un error muy común ya que aunque la radiación sea más intensa en los meses de primavera y verano, lo cierto es que estamos expuestos a radiación UV durante todo el año.
¡Esperamos que os sea de ayuda! Cualquier duda podéis escribirnos aquí o en nuestras redes sociales.